Las Enfermedades Transmitidas por los Alimentos (ETAs) son una de las principales amenazas a la salud pública en el mundo.
Se producen cuando los alimentos o bebidas se contaminan con microorganismos patógenos —como bacterias, virus y parásitos— o con sustancias químicas nocivas. Lo preocupante es que estos peligros suelen ser invisibles: no alteran necesariamente el sabor, el olor ni la apariencia de los alimentos, pero pueden provocar desde síntomas leves hasta enfermedades graves.
Los efectos de una ETA no se limitan solo a la salud individual. También generan un fuerte impacto social y económico: ausentismo laboral, pérdida de productividad, mayores costos en salud y daño en la reputación de las empresas involucradas.
En Total Food trabajamos con la convicción de que prevenir es siempre más efectivo que corregir. Por eso acompañamos a nuestros clientes en la implementación de protocolos de inocuidad, auditorías, capacitaciones y asesoramiento técnico. El objetivo es detectar riesgos a tiempo y establecer barreras de protección que eviten que los contaminantes lleguen al consumidor.
Algunas de las medidas más efectivas para prevenir las ETAs son:
- Lavado frecuente de manos y correcta higiene del personal manipulador.
- Cocción y conservación a temperaturas seguras, evitando la proliferación de microorganismos.
- Prevención de la contaminación cruzada, separando materias primas de productos listos para el consumo.
- Control de la cadena de frío, desde el almacenamiento hasta la distribución.
- Capacitación continua, para que el conocimiento se traduzca en hábitos sostenibles.
Cada acción, por pequeña que parezca, contribuye a un objetivo mayor: proteger la salud de las personas. En Total Food asumimos el desafío de transformar las buenas prácticas en un estándar de trabajo diario, porque la inocuidad no es negociable, es un derecho de todos los consumidores.