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La elaboración de jugos de fruta caseros requiere medidas específicas de manipulación para evitar que las bacterias pasen de la fruta al líquido.

Los zumos de fruta que se comercializan se someten a un proceso de pasteurización con el fin de reducir la presencia de agentes patógenos como E. coli o Salmonella. Pero si se elaboran en casa, no suelen pasar por tal proceso. A pesar de ello, también pueden tratarse con procesos sin calor para eliminar las bacterias. Debe tenerse en cuenta que cuando se exprimen frutas frescas para hacer zumos, cualquier bacteria presente en la parte interior o exterior de la pieza puede pasar al jugo. Una cuidadosa selección y manipulación de estos alimentos puede prevenir enfermedades.

Medidas para evitar riesgos en jugos caseros

Los jugos naturales pueden tener efectos negativos, si se manipulan de manera deficiente y no se siguen unas condiciones de higiene específicas. Una de las medidas más importantes es utilizar materia prima de calidad, es decir, frutas en buen estado y en su punto de madurez adecuado. Además de esto, para hacer jugos en casa de forma segura es importante:

  • Limpiar y pelar la piel, ya que puede contener restos de pesticidas que se usan en los cultivos.
  • Eliminar las zonas dañadas o golpeadas, pues las bacterias pueden desarrollarse en estas partes.
  • Conservar las frutas en el lugar adecuado; algunas, en condiciones de refrigeración, se oscurecen y pierden su calidad original.
  • Preparar los zumos en el momento en que se tenga intención consumirlos.
  • Evitar la exposición excesiva a la luz, el calor o el aire, porque perderían propiedades.
  • Mantener limpios todos los utensilios que se utilicen, como tablas de cortar, cuchillos, licuadora y vasos o tazas. Debe tenerse en cuenta que si hay bacterias en el exterior de la fruta, estas pueden contaminar el interior durante el corte o la extracción del jugo.
  • Conservar el jugo en recipientes esterilizados de vidrio. Si los jugos no se beben en el momento, es recomendable guardarlos en la heladera a temperaturas de refrigeración.

FUENTE: www.consumer.es