La liofilización es un proceso de deshidratación mediante congelación y vacío que se utiliza para preservar principalmente alimentos, pero también productos farmacéuticos. Durante este proceso, el agua contenida en el producto se congela y luego se sublima, es decir, pasa directamente de estado sólido a estado gaseoso bajo vacío.
Así, la liofilización permite eliminar la mayor cantidad posible de agua y reducir la actividad de microorganismos que pueden causar la descomposición del producto. El resultado final es un producto altamente concentrado y deshidratado que se puede almacenar durante un período prolongado de tiempo sin refrigeración.
Ventajas de la liofilización
Una de las mejores partes de la liofilización es que está llena de ventajas:
- Prolongación de la vida útil: al eliminar la mayor cantidad posible de agua, la liofilización reduce la actividad de microorganismos que pueden causar la descomposición del producto, lo que permite alargar su vida útil.
- Mejora de la calidad: el proceso de liofilización ayuda a preservar la calidad organoléptica, nutricional y biológica del producto, ya que reduce la pérdida de sabor, aroma, color y nutrientes.
- Ahorro de espacio: los productos liofilizados son mucho más ligeros y ocupan menos espacio que los productos frescos o en conserva, lo que facilita su almacenamiento y transporte.
- Fácil rehidratación: se pueden rehidratar fácilmente agregando agua, lo que los hace ideales para para viajeros, exploradores y astronautas.
- Seguridad alimentaria: se trata de un proceso seguro que ayuda a prevenir enfermedades transmitidas por alimentos, ya que reduce la presencia de microorganismos peligrosos.
En definitiva, la liofilización es un gran método de conservación de alimentos que deberías empezar a probar a partir de ahora.
FUENTE: www.csaconsultores.com
